top of page

Contact
"Nadie puede amar lo que no se atreve a conocer"
iZacatlán
-Felipe Guzmán Hernández




Cuando la luna duerme, Zacatlán, la coqueta se baña en un mar de plateadas neblinas, sobresaltada por el temor de caer en los profundos abismos de más de 400 metros que limitan sus orillas y luego amanece sobre caídas de agua que se pierden en los precipicios, mientras el sol dora los miles de manzanos y ciruelos en flor. Entonces cobra vida su pueblo y resaltan en la luz las torres esbeltas de sus templos, sus techumbres de teja y se rompe el trazo recto de sus calles donde caminan presurosos mujeres y hombres que son de trabajo.
bottom of page